Montag, 15. August 2011

Capítulo 3

Alice…


-Creo que…- Bill se apresuró a buscar asiento dejándome con la palabra en la boca.

“¡Como lo detesto!”

-Ali, ¿irás con Bill verdad?- cuestionó Tom
-No me queda otra opción…- dije resignada encaminándome hacia donde iba la chica ess… digo Bill.
-¿Te parece si nos sentamos allá?- propuso señalando una fila con solo dos butacas que se encontraba en la parte posterior de la sala, contraria a la de Meg, Tom, Gustav y Georg.
-Mmmnh sí.- asentí sentándome, Bill me imitó. No podía creer que eso me estaba sucediendo ¡ugh! Megan, tú siempre tan buena amiga.
-Veo que les gusta las películas de acción…- dijo haciendo crujir su boca con palomitas.
-En realidad; a mí no me gusta mucho, pero a Meg le encanta- respondí en tono frío- por eso estoy aquí.
-Pues me sucede algo parecido- confesó quitándose las gafas oscuras que llevaba.
-Ah.
-Yo pensaba ver Pirates of the Caribbean.
-Yo la vi la semana pasada- dije queriendo terminar con esta conversación lo antes posible.
-Pues qué suerte, supongo que me tocará verla sólo- dijo pretendiendo algo que no entendí del todo. ¿qué demonios se traía?
-Supongo que sí- afirmé cortante y tomando un poco de Coca-Cola de mi vaso.
-Ali, ¿tienes algo contra mí o es idea mía…?- no te parece, ¡Imbécil! Esta bien, sé que odiar, ser antipática o tratar mal a la gente es malo, pero realmente no sé por qué no puedo evitarlo y eso que apenas lo conozco.
-No…
-Segura?
-¿Por qué no estarlo?- finalmente decidió callarse.
-En serio, si hice algo que te molestó… Lo siento no tuve intención en hacerlo.
-No tienes que darme explicaciones, Bill- además de presumido, raro.
-Ah? yo no pretendo eso; es solo que… - dijo molestándose.
-Shhhh- gritaron un par de muchachas que estaba en la fila delantera, pues la película ya casi comenzaba. Solo sonreí y Bill se… ¿sonrojo?
-Disculpen - susurró- Alice, ¿en serio quieres ver esta película?
-¿Qué?- murmuré, la estupidez de su pregunta me sorprendió mucho.
-¿Qué si…
-Claro que te oí, ¿eres tonto o qué?- dije arrugando mi frente y achicando los ojos.
-¿QUE PRETENDES?- dijo tratando de ¿gritar? Mientras murmuraba, fue muy cómico.
-Nada en especial- susurré llevándome a la boca un par de palomitas terminando con una gran sonrisa. En ese instante la película dio inicio.


Todo andaba bien hasta que el filme casi llegaba a su desenlace y fue en ese momento donde una muchacha alta, muy blanca como Bill, con el pelo corto y rojo se acercó a nosotros.
-Bill?- preguntó con un acento distinto.
-¿Sí?- volteó tratando de reconocerla.
-¡Billyyyyyyyyyyy!- gritó chillona la pechugona esa, sí tenía muuuuuuchísimo busto (senos) se oyó un sonoro SHHHH de parte de casi todos en la sala; ella lo abrazó o mejor dicho se abalanzó sobre él sin importarle el reclamo hecho por los espectadores- ¿Cómo has estado?- dijo con el tono ya más bajo. Bill podía responder, pues prácticamente se ahogaba.
-¿Y… quién es… esta?-le preguntó en alemán en un tono nada agradable y mirándome con disgusto “¡¿Qué demonios?!”. Bill no supo qué responder.
-ESTA, se llama Alice, imbécil- dije en el mismo idioma que cuestionó a Bill fulminándola con la mirada. Como le agradezco a mi madre  haberme casi obligado a ir a clases de alemán. Cuanto la entraño -CON PERMISO- dije incorporándome de mi asiento y saliendo lo más rápido posible de esa maldita sala.


Bill…

-¿Qué fue eso Ina? ¿Qué rayos te sucede?- le pregunté a mi ex novia que, plácidamente ya se había sentado en la butaca que segundos atrás ocupaba Alice. Esa era la chica de la cual me enamoré por primera vez, pero que desgraciadamente tuve que dejar para cumplir un sueño; además porque mamá la odiaba y hacía todo lo posible para que me alejara de ella. Pero eso pertenece a un pasado que quedará así.
-Nada- sonrió- Pero tranquilo; no me vas a contar ¿Cómo la has pasado durante todo estos años?- comentó en ese tono tan suyo que me  vuel… volvía, VOLVÍA loco.
-Pues como ves bien, sí bien- tartamudeé- lo lamento Ina pero creo que le debo una disculpa a Alice, nos vemos.
-Es tu novia o qué?
-Ella? Noo, claro que no.
- Pues entonces tranquilo, esa clase de arribistas actúan así, cuando recuerdan cuáles son sus objetivos regresan como si nada- ¿de qué demonios hablaba esta? La dejé hablando sola y rápidamente fui en busca de Alice…



Después de salir del cine, Alice bajó hacia el sótano donde era que se encontraba su auto. Le envió un mensaje a su mejor amiga diciendo que  había surgido un percance y que luego le contaría. Además que la perdonara por no poder llevarla a su casa como habían quedado. La pelinegra sabía muy bien que su amiga comprendería. No se sentía mal por las palabras que la pelirroja había utilizado para calificarla pues Alice jamás se sentía afectada por la opinión de terceros, más le disgustó muchísimo por como la trato sin siquiera conocerla. ¿qué demonios le había hecho? Nada.
Por otro lado Bill bajó y fue al parking del centro comercial, en busca de la pelinegra.

-¡Alice!- dijo el muchacho con un poco de cansancio en la voz; se alivió al verla- al fin te encontré. La muchacha estaba desactivando la alarma de su coche y a punto de entrar en él.
-¿Qué quieres?- le preguntó muy molesta fulminándolo con la mirada y a unos cuanto curiosos que presenciaban la escena.
-Oye, no estés molesta conmigo. Yo no hice nada- le dijo él suplicante en su idioma materno pues eso le pareció lo más conveniente.
-Por eso mismo lo estoy- respondió irónica la española, el pelinegro entendió la indirecta.
-Mira la chica que viste hace un momento es mi ex novia y realmente no sé qué rayos  le sucede.
-Bill, ¿ya te he dicho que no necesitas darme explicaciones?- respondió ella aun en alemán.
- Lo sé… pero en esta ocasión creo que es necesario que lo haga. En serio, lamento el mal rato ¿me disculpas?- dijo mirándola como solo él lo hacía: con esa mirada tan penetrante; tierna y traviesa, atrevida pero a la vez inocente. Lo que hizo que Alice se sonrojara ligeramente y esté a punto de aceptar las disculpas que Bill estaba ofreciendo.
-Yo…
-¿Por favor?- rogo el muchacho- Si tu quieres puedo recompensártelo con algo, ¿qué dices?
-De acuerdo… debo aceptar que tú no tienes la culpa, no del todo- sonrió disculpando finalmente al cantante. Dándose por vencida debido a aquella mirada tan única y especial, que la hizo transportar al primer momento en que lo vio a los ojos.
-¿Qué, no del todo?
-Claro, ¿quién te mandó a salir con esa pelirroja tan antipática?- preguntó burlona juntando ambos brazos arqueando una de sus cejas
-Es que tú no sabes cómo era conmigo, sus dulces besos y todo lo que vivimos juntos- comentó en tono teatral y una mirada ‘soñadora’ seguido de un suspiro fingido- Ay, Ina…- La pelinegra solo puso cara de: Wtf?!
-en serio, creo que no era necesario comentármelo.
 -Tú la mencionaste primero- respondió él chico alzando los hombros. En señal de que él no era el culpable de nada. Alice solo rodó los ojos.
-Bueno volviendo a lo anterior, ¿quieres que tomemos un helado ya que me perdonaste?
- Pero, Bill la recompensa no es necesaria, gracias. 
-Anda vamos- dijo haciendo un puchero como niño pequeño.
-No, en serio.
-¡Ay! No te hagas de rogar…
-¿Yo?- dijo señalándose a sí misma.
-Sí, tuuuuú.
-Mmmnh, déjame pensarlo.
-Sabes que si no aceptas igual me quedaba otra opción- dijo Bill para que ella acelerara su respuesta.
- Pues entonces vete con ella- dijo siguiendo la broma al muchacho de piel pálida.
-No quize…
-Hahaha sólo bromeo tonto, iré contigo a tomar helados- aceptó Alice mientras cerraba la puerta del piloto de su Audi Q5 y encendiendo la alarma de éste.
-Tonta tú, me asustaste…
-Por tarado
-Malvada :(
-¿Acabaste Mr. drama?
-Sí, sí. Qué manera de perder la paciencia...
- Yaya luego dices mis defectos, apresúrate. Quiero ordenar banaba Split
-Oh, yo siempre pido uno de esos
-Oww ¿En serio?
-Sí
-Pues, andando- dijeron ambos sonriendo y aun más por la coincidencia 

Ambos llegaron hasta la heladería, en el último piso del mall, como era Beberlly Hills no había casi problema de que Bill esté prácticamente solo merodeando por ese lugar. Eligieron una mesa justo al lado de un gran ventanal, donde se podía apreciar toda la ciudad, una vista espectacular.
Bill, caballerosamente retiró la silla para que Alice

-Gracias- sonrió ella.
-Buenas noches-dijo un amable joven  castaño y ojos color miel entregándoles una carta a cada uno.
-Hola-saludó Alice amablemente.
-Gracias- dijo Bill recibiendo lo que el chico les había llevado.

Luego de pocos segundos, ambos terminaron de ojear la carta de dicho recinto. Se miraron con complicidad y llamaron al mismo camarero.

-2 Bananas Split, por favor- pidió el pelinegro.
-Con gusto-respondió el bello joven con acento inglés apuntando la orden y finalmente alejándose de la pareja. Disfrutaron muy a gusto de sus postres y de la interesante charla que ambos habían iniciado. Hasta que él recibió una llamada.





hope you like it <3

 Ya han pasado 6 años desde que esta maravillosa canción estremeció el corazón de muchas ♥